El calor deshidrata la piel. Es probable que durante el verano tengas la piel más seca de lo habitual. Para evitarlo es muy importante hidratarla y cuidarla. Hidrata la piel desde dentro y desde fuera. Para la hidratación desde dentro es importante beber suficiente agua, infusiones etc. y seguir una dieta variada y saludable, rica en frutas y verduras. Las frutas y las verduras ofrecen antioxidantes, muy importantes para la piel y la protección contra los radicales libres. También ayudan a mantener la piel en buenas condiciones y prolongar el bronceado. Los productos cosméticos hidratan y cuidan la piel desde fuera y la mantienen suave y nutrida.
La hidratación de la piel también es clave para el proceso de bronceado, porque una piel seca refleja mucha luz (no la absorbe) y genera un bronceado superficial y de poca duración. Solmanía aconseja hidratar la piel antes y después de cada sesión de sol con productos cosméticos desarrollados especialmente para este fin. De esta manera se consiguen los mejores resultados: un bronceado perfecto, natural y duradero y una piel hidratada y luminosa.