La C y la D son Vitaminas importantes para fortalecer tu sistema inmune y así poder combatir bacterias y virus, sobre todo en invierno.
La Vitamina C
La Vitamina C la encontramos en diferentes frutas y verduras como: la naranja, el limón, el kiwi, el caqui, la fresa, el pimiento rojo, el tomate, la col lombarda, el brócoli y la coliflor.
La Vitamina D
La Vitamina D es la Vitamina del Sol y se produce en nuestra piel bajo los rayos UVB de nuestros solarios UV (todo el año) y del sol natural (en primavera y verano sin poner SPF). Con la dieta es imposible ingerir suficiente cantidad de la Vitamina D, porque no existen alimentos con cantidades suficientes de esta Vitamina. En general un 90% de nuestra Vitamina D viene de los rayos UVB y el resto de la alimentación.
Vitamina C=Hidrosoluble y Vitamina D=Liposoluble
La Vitamina C es soluble en agua y nuestro cuerpo no la puede almacenar. Por lo tanto la debemos consumir regularmente, comiendo los alimentos adecuados. En cambio, la Vitamina D es soluble en grasa y esta si se puede almacenar durante un tiempo en nuestro cuerpo. No hace falta producir nueva Vitamina D cada día. Por esta razón siempre recomendamos hacer unas 2, máximo 3 sesiones de sol por semana, porque con esta cantidad de sesiones no solamente consigues un perfecto bronceado, sino también un nivel adecuado de la Vitamina D.
Los suplementos
También existen los suplementos para evitar déficits de Vitaminas. Nuestro consejo es utilizar los suplementos solo en caso de no poder conseguir las Vitaminas de manera natural. Estudios demuestran que la producción natural de la Vitamina D con los rayos solares (UVB) y la ingesta de fruta y verdura, rica en Vitamina C, siempre es mejor que tomar un suplemento.
¿Quieres conocer tu nivel de Vitamina D? Es muy fácil, solo hace falta un análisis de sangre. Pídelo a tu médico.