La luz solar mejora nuestro estado de ánimo. Muchas personas lo notan sobre todo en la primavera cuando, después del largo invierno, el sol les acompaña cada día durante más tiempo. Tomar el sol estimula la producción en nuestro cerebro de sustancias como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, llamadas “las hormonas de la felicidad”. Por eso es muy normal si después de unos días sin tomar el sol sientes la necesidad de volver a disfrutar de este momento Solmanía, relajante y revitalizante a la vez. Tu cerebro te indica que ya es hora para una nueva sesión de sol en tu centro de bronceado.